.

.

.

Decía Bernardo de Chartres que no somos sino enanos, sentados sobre el hombro de gigantes,de modo que podemos ver más y más lejos que ellos, no porque nuestra vista sea más aguda, sino porque nos vemos sobrealzados por su talla colosal.

Juan de Salisbury a Bernando de Chartres, 1159

.

¿Cuál será el final del camino, amigo Tulgas?

Desconozco la respuesta a esa cuestión mi Señor, no sé adivinar el futuro pues es incierto. Yo tan solo escribiré aquello que mis cansados ojos me han permitido ver, y transmitiré cómo vivíamos en estos tiempos pasados, o al menos lo intentaré. Y quizás si la veleidosa suerte nos lo permite, aquellos que vengan detrás puedan ver, oír, sentir la voz de la Historia, aunque sea en un susurro, y entonces no contemplarán solamente piedras, o templos, o simples ruinas con musgo…sino que escucharán la voz de los que hicieron una vida en ellas, y junto con ellos volver a sentir, a reír, a llorar y a amar de nuevo. El legado que dejamos es lo que pervive de nuestra esencia y para poder tocarlo es menester ver con los ojos que tuvimos antaño. Porque la Historia, mi señor Rey, es la historia de nosotros mismos.

Hablas mejor que manejas la espada. Sea así, Tulgas, mi buen escriba.

viernes, 11 de marzo de 2016

El paso del tiempo (Lectio secunda)

Y una vez que el castillo ha sido arropado por las leges van a comenzar los arduos trabajos. Vayamos por orden y de forma somera:


Dibujo y litografía de F.X. Parcerisa en 1844. Desde luego que es un castillo encantado.

Cojan pergamino ( del bueno ) y garabateen rápidos apuntes.
  • En abril de 1913 AD se encarga el primer proyecto de restauración al arquitecto Luis de la Figuera y Lezcano.
Luis de la Figuera y Lezcano, 1869-1941.
  • Anno de 1914-1915. Don Luis de la Figuera, asesorado por Ricardo del Arco, elaborará los primeros planos de la fortaleza. Además se descubren tumbas en el recinto exterior...dejen de santiguarse y no se preocupen, ya que mis huesos reposan en la colina del Acueducto, a poniente. Ehhh...pero continuando con el tema que nos atañe, también se elimina la hospedería construida en el s. XVIII rescatándose la parte inferior del relieve de la portada, una ventana ajimenzada, cuatro canecillos y dos metopas. 
Curioso plano del castillo, manuscrito por La Figuera. Lloran mis ojos por ver lo poco que se ha conservado de " mi" castillo un milenio después.

La hospedería dieciochesca ocultando la entrada principal. Llamativa obra por cierto.
Acceso a la hospedería y restos del camino de subida a la fortaleza desde el muro exterior.

Friso de la portada principal. Cortado a la altura del ombligo del Pantocrator para colocar el piso superior. . . me faltan sinónimos y latines  para decir lo que pienso.

Puerta de entrada a la hospedería, detalle de la ventanita que algunos claman  que es de hechura visigoda. Bien pudiera ser, pues los orígenes  del castillo son nebulosos incluso para mí. 

En la magna Iglesia de San Pedro, se cierran grietas y se consolidan las techumbres, buena labor esa por cierto, pues goteras no había en mis tiempos, y no hay que ser magister para saber lo mala que es el agua para un edificio, así como para los humores del cuerpo. El retablo barroco se elimina, junto con las pinturas barrocas del s. XVIII, y se reabren las dos escaleras que descienden a la secreta cripta. En la parte superior se descubren dos aljibes ( dónde iban a estar, más que en la parte superior) y ahora es cuando nos azota una desgracia, pues durante las labores se derrumba un lienzo del muro este con dos ventanas de bonita hechura habiendo otra más geminada. Día triste si lo pudiera ver mi señora, pues le gustaba leer mis escritos, los días sosegados en que Eolo no soplaba y Helios se encontraba alto,  sentada en dicha ventana, aunque más de una y más de dos veces la veía bostezar. . .

Pinturas barrocas  de la Iglesia Mayor.
Pueden ver la torre central en el lienzo con las ventanas aspilleras y la geminada superior. 

Y el esperpéntico agujero tras el derrumbe. . .
  • Anno de 1943. Don Manuel Chamoso Lamas, siendo Comisario del Patrimonio Artístico de la Zona de Aragón, y asesorado por Don Francisco Íñiguez Almench, restituirán el antiguo techado de la torre de la reina, taparán unas horrorosas grietas en el tambor y el ábside de la Iglesia Mayor y descubrirán el paso de ronda por dicho ábside, donde tanto soldados pasaron sus guardias castañeteándoles los dientes por el cercius aragonés.

  • Anno de 1970. Una segunda elaboración de planos por el arquitecto Teodoro Ríos. Obras encargadas por  la Sección de Ciudades de Interés Artístico-Nacional de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de la Vivienda. . . ejem. . debo cambiar mi intitulación, pues "chambelán y escriba" suena a poco. . .

  • Anno de 1972. Don Francisco Pons y Sorolla Arnau ( de nuevo obras encargadas por Idem...) realiza nuevos planos sobre los anteriores de Teodoro Ríos, y además restaura la muralla y consolida los paramentos superiores. Rehonda muros, reconstruye con material original y recrece lo poco conservado. De igual forma consolida la mal llamada Torre del Vigía reponiendo la bóveda, de la cual solo se conservaba una única trompa.



La Torre del Vigía, mejores tiempos vivió. 
Cúpula reconstruida tras conservarse una de las cuatro trompas que la sustentaban. 
En la Iglesia Mayor  desmonta el altar y lo sitúa a un nivel inferior, reemplaza el pavimento y ¡por fin!, repone el alabastro de las ventanas. Deberían haber visto como prístinos los rayos de sol  de la mañana se tornaban difusos y etéreos tras pasar por el alabastro, inundando de una cálida luz la Iglesia y sus pinturas. Por otra parte, en el recinto militar de la fortaleza se sustituyen y arreglan las cubiertas de la Torre del Homenaje ( que por ahora seguiremos llamándola así y no torre albarrana, para que vuesas mercedes no se espanten con tal aluvión de datos que mi pluma escribe) y de la Reina, junto con otros "apaños" de menor envergadura.

La luz y sus gráciles juegos de luz.
  • Anno de 1975. De nuevo Pons y Sorolla realiza nuevos planos a cargo de...creo que lo adivinan de forma que no lo escribiré. Consolida y completa los arcos diafragma y  torales de las tres puertas principales del castillo. El ábside será limpiado por fuera y repuesta su cornisa, se reconstruirá en parte el agujero creado por la caída de lienzo en la época de La Figuera, y se restaurará la escalera principal amén de otras muchas obras.

El castillo tal y como lo pueden ver actualemte, al menos ya no está ese agujero.

La Magna Escalera.
  • Anno de 1979. Pons y Sorolla...sí, nuevos planos encargados e idem. Ahora se actúa sobre el llamado Palacio de Sancho Ramírez consolidando sus muros, limpiando sus pavimentos y levantando el único arco que quedaba en pie...obras en murallas y torres completan esta actuación.

Patio de armas y sótano del llamado Palacio de Sancho Ramírez. Y el arco que se repuso por cierto.
El arquito. . .tenue reflejo de la grandeza de dicha construcción.



Y para finalizar, les dejo un visión de aquila de la fortaleza, realizada por un amicus. No negaré que siento una comezón extraña en las tripas al poder volar como los pájaros. ¡Cuántas batallas habrían devenido en victoria si se vieren a las tropas enemigas de esta forma!



CÓDICES

Martínez Prades, J.A., 2005. El castillo de Loarre. Historia construcctiva y valoración artística, Huesca, Colección de Estudios Altoaragoneses, 51. 


miércoles, 9 de marzo de 2016

El paso del tiempo (Lectio prima)

Como decíamos ayer, mucho ha llovido entre ustedes y yo, y tanto es así que hasta las piedras pierden la batalla ante tan inexorable enemigo. Han de saber que mucho han sudado los peones, algo menos los capataces, para mantener erguido y con dignidad el castillo durante su largo sueño. Sin embargo y para la gloria del Reino, a partir del año 1900 se le ha arropado y cuidado, pues tosía en demasía y hacía temernos lo peor.

Añadir leyenda
De esta guisa podemos contemplar diversas actuaciones que han ayudado al castillo a seguir andando, al menos durante un tiempo. Planos, ideas, nervios y prisas, junto con algún que otro disgusto es lo que les voy a mostrar a continuación. ¡Pero bajen las manos de su cabeza y dejen de exclamar! que no es tan aburrido como lo pintan... La historia de la restauración no es muy lejana de vuestro tiempo. Allá por el s. XVI surge la fascinación deslumbrante por el pasado antiguo y unas ganas de coleccionar. . .bueno, todo, o al menos todo lo raro y antiguo. A mediados del s. XVIII surgen lo que ustedes denominan las Ciencias Históricas y yo alquimia y brujería. Pero con un ilustre señor de apellido Winckelmann aparecen los estilos y periodos en el arte, existen principios y finales, y entre medio se crean y nacen numerosas construcciones, escritos, batallas e ideas que permanecerán en los restos y ruinas, para finalmente ustedes verlos como. . .Monumentos.
Aquellos que eran duchos en latines se centraron rápidamente en la arquitectura medieval ( ¡para mi dicha!), y con prontitud se restauraron una pléyade de catedrales e iglesias consiguiendo unir el valor histórico al valor patrimonial.

Los monumentos son emanaciones de la esencia de antaño, son parte del patrimonio y ( esto es igual de importante)  son la conciencia de nuestras identidades anteriores, como la mía allá por el s. XI. Dicho en lengua vernácula, los monumentos y el patrimonio cargan historicidad, están empapados de la vida del ser humano y como creo que le dije al capitán de la guardia, la Historia es la historia de la Humanidad.

Y eso me recuerda que la noche pasada un bufón de la corte, entre vinos, cervezas y chanzas pésimas, me preguntó, -¿Maese, qué es la restauración? si rehacemos un monumento a su estado original. . . ¿no estaremos desvirtuando la esencia de ese patrimonio tal y como nos ha llegado a nuestros días?-. No negaré que la cuestión me pilló desprevenido y sin espada. Pero reponiéndome con premura y floreciendo mi vena cronística, le solté lo que sus mercedes denominan una "chapa", que resumiré sucintamente. Y le dije así: "amigo bufón, una vez que se dispone de suficientes sueldos jaqueses para acometer una obra es menester saber lo que queremos hacer. Podemos andar por dos caminos, una restauración completa, y devolver la gloria pasada, o simplemente reparar aquello que conservamos. Fueron dos los patres que elaboraron dichas sendas. Viollet-Le-Duc (1814-1879), pater de la restauración moderna, el cual abogaba por la formas y líneas de los monumentos, es lo que ustedes denominan restauración en estilo. Tema complejo pues requiere rehacer el monumento hasta sus formas originales, con almenas y todo si es necesario, para verlo con la grandeza obligada. Pero nos topamos con un problema, ¿cómo eran sus formas, sus líneas y sus almenas? La solución deviene de la comparación con otros monumentos y restos de los mismos tiempos, y dado que son de la misma época las formas serán similares por no decir iguales. Soy testigo de las ganas de mi Rey de que su castillo, si bien sera parecido al de otros, sea a la vez diferente. Pues ahí está la grandeza de este mundo, en la diversidad, y por ello te permito que me manches la saya nueva con vino. . .señor bufón.
Sin embargo he de decir, que esta restauración que podía ser aplicada por igual a todos los monumentos, llevó a  imponer un único estilo a edificios que habían sido modificados a lo largo del tiempo y que poseían diversas esencias. Además también dio pie a la reconstrucción completa de edificios reducidos a románticas ruinas".

Maese Viollet-Le-Duc. Del reino franco.
Carcassone, ejemplo de restauración violetiana. Cerca de ahí andarán los próximos reyes de Aragón. 

"Han pasado los laudes ya. . .Continuando, en el otro lado del tablero de axeidrez tenemos a John Ruskin (1819-1900). Para él,  la teoría arquitectónica es siempre filosofía moral y, por tanto, está relacionada siempre con la búsqueda de la verdad. Muy bonito esto por cierto, de forma que su teoría de la restauración es el movimiento anti-restauro. Y de aquí van a nacer las claves de la conservación moderna en los tiempos de mis ávidos lectores. Los edificios no son solo nuestros, sino que pertenecen a nuestros antepasados y a nuestros descendientes, tenemos una deuda para su cuidado y para mantenerlos con la esencia que emanan, hay que mimarlos pues. La restauración ha de ser somera y no sobrepasarse en demasía".

Maese Ruskin. Lástima que en mi época no haya fotografía.
"¡Siéntate y no te vayas! que acabo ya. Tan solo restan unas palabras más, ya que falta un actor en la escena, Camilo Boito (1836-1914). Es la restauración moderna o filológica, es decir, hay que conservar antes que restaurar, y restaurar cuando ya no quede más remedio. Y una vez dicho esto espero que reflexiones en tu domus acerca de lo que significa restaurar y las obligaciones que conlleva, pues amigo mío, el tiempo es igualmente parte del devenir de la historia y desdeñar la pátina que el tiempo deja. . .pues quizás sea robarle un pedazo de alma a la historia. Aunque tampoco hay que permitir que los adarves se desplomen, que el verdín lama los muros y las tapices se conviertan en simples festones".

Ya sabes que te espero por los muros de la fortaleza, y antes de tu periplo por estas tierras, mira con ojos de "medieval" el Castillo de Loarre.



El Reino de los Cielos. Aún faltan cien años  tras mi paso por este mundo para que ocurran los acontecimientos que narra la película, pero a mi me gusta. . .¡y tiene almenas!

Y lo extraño es que estoy sentado solo en la mesa y velón de sebo se apaga ya. El tabernero me impreca gruñendo, que deje ya de preguntarle donde se encuentra el bufón de picudo sombrero, pues hace dos lunas que no vienen foráneos. . .


CÓDICES:
De Fusco, R., 1976. La idea de arquitectura : historia de la crítica desde Viollet-le-Duc a Persico, Barcelona, Gustavo Gili.
Calvo, A., 1997. Conservación y restauración. Materiales, técnicas y procedimientos. De la A a la Z, Barcelona, Ediciones del Serbal.
Hernández Martínez, A., 2007. Conservation and restoration in Built Heritage: a Western European Perspectiva, The Ashgate Research Companion to Heritage and Identity, Ashgate, London, pp. 371-400.           



miércoles, 24 de febrero de 2016

Pero...¿qué es el Castillo de Loarre ahora?

Ésta es sin duda una cuestión que merece un capítulo propio y aunque no soy jurista (¡Dios me libre de ello!) conozco a la pléyade  de estudiosos de la leyes que gravitan en torno a mi rey, allá por las tierras de Iacca donde reposa el trono del Reino. Y aunque son buena gente, las sayas con ricos bordados y sonrisas zalameras me dan siempre en qué pensar...


Como les iba contando es menester que hablemos de leyes, dura lex, sed lex, como dirían los latinos... y cuando se acerquen al castillo tengan en cuenta las vicisitudes por las que ha deambulado en su larga vida. Tiempo después de mi persona, casi mil años a posteriori, el castillo empezará a ser tomado en cuenta y a ser considerado el castillo "gigante". Durante los primeros años del s. XIX, la Real Academia de la Historia y la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando emiten informes favorables para la declaración del Castillo como Monumento Nacional, si bien es de recibo comentar que la primera solicitud provino del párroco de Loarre y del propio Ayuntamiento. En el año de 1906 Anno Domini, el Castillo será declarado Monumento Nacional, y no es tema baladí pues los Monumentos Nacionales representan lugares con un gran valor patrimonial, histórico o arquitectónico, los cuales deben cuidarse y admirarse por igual. Además, durante las siguientes lunas se repararon los vetustos muros exteriores y dependencias internas, pues se encontraban en un ultrajante estado. Si lo hubiera contemplado mi rey, con prontitud hubiese desenvainado su espada, y campo les habría faltado a los albañiles y canteros para correr, pues nunca permitía que las defensas fueran abandonadas a la languidez del tiempo. 





Pero no nos quedemos aquí descansando pues aún queda trecho por recorrer. En el año de 1985 AD, para ser exactos con la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, va a nacer lo que vuesas mercedes conocen como Bien de Interés Cultural (BIC). Un BIC es cualquier inmueble y objeto mueble de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico, que haya sido declarado como tal por la administración competente...he tenido que afilar la pluma tras esto. Y yendo un poco más allá, los BIC son harto importantes pues de ellos se dice:

"en el seno del Patrimonio Histórico Español, y al objeto de otorgar una mayor protección y tutela, adquiere un valor singular la categoría de Bienes de Interés Cultural, que se extiende a los muebles e inmuebles de aquel Patrimonio que, de forma más palmaria, requieran tal protección. Semejante categoría implica medidas asimismo singulares que la Ley establece según la naturaleza de los bienes sobre los cuales recae"

Ya escucho la hora nona tañendo en las campanas, he de acabar con premura pues. Unos inviernos después, y ya de manera interna, en el Reino de Aragón ustedes se toparán , además de la Constitución y la ley de Patrimonio Histórico Español, con la definición y protección que del mismo aparece en la Ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés, y según ésta podremos leer:

“El Patrimonio Cultural de Aragón está formado por Bienes Culturales que representan nuestra identidad histórica, artística, cultural y natural. Estos Bienes conforman los elementos que los aragoneses identifican con su pasado, su presente y el legado que deben transmitir a las generaciones futuras como herencia de su cultura. Por esta razón es de gran importancia su protección y conservación en un entorno y con unas condiciones adecuadas, asegurándola a través de diversas medidas, desde la legislación vigente hasta la actuación de los propios ciudadanos.”

Hay que reconocer que los juristas poseen un grafía y dicción que hace que nos sea ameno el leer, gracias a Dios. Como decíamos renglones arriba, aparecen dos categorías de protección para aquellos bienes relevantes que no reúnen las condiciones para ser declarados Bien de Interés Cultural: Bienes Catalogados y Bienes Inventariados. Estas categorías nos darán un régimen especial de conservación y protección, que trata de salvaguardar todo ello para que el conjunto de los pobladores y gente de allende  las fronteras puedan disfrutarlo y asombrarse ante ellos.

Por otra parte, el acceso a los Bienes Culturales permite la integración de las gentes con su propio patrimonio, su historia y la naturaleza. Es clave para el devenir de los tiempos que hagan uso del entorno y de los Bienes Culturales con respeto. Las zonas despobladas o de escasos recursos monetales hallan en el conjunto de su patrimonio cultural (bienes culturales, rutas y parques culturales, gastronomía, etc.) la fuerza motivadora y el bienestar junto a un reconocimiento de su mejor tradición, que en este caso concreto fue la mía. . .

Sinceramente, de leyes ya tengo la cabeza llena, y no querría aburrirles en demasía pues para ello ya tengo al intendente de impuestos con sus chanzas y quebraderos de cabeza. Al igual que los guardias miman y cuidan sus cotas de malla y sus lanzas, nosotros debemos mimar lo que los antiguos nos han legado, pues al final de los tiempos seguro que me encuentro con que las piedras hablarán y nos contarán su historia. . .

El gruñido del rey me ha alertado de su presencia sobre mi hombro cotilleando mis líneas, absorto que estaba uno,  y me "ha aconsejado" que estaría bien que sus mercedes supieran de la grandeza de este castillo, de cómo era en su gloria y del esplendor de no se qué...reconozco que no me he enterado de más pues se alejaba por el pasillo farfullando y hablando solo. Ahora hay que reposar también el cuerpo, pues la mente ya la hemos cansado, y mañana por la mañana prepararemos más tinta.






domingo, 7 de febrero de 2016

¿Dónde levantamos el castillo, magister?

A modo de incipit deberíamos localizar el castillo hoy en día por si cuando hagamos nuestro propio camino al andar acabemos desembocando en él.

El Castillo de Loarre se encuentra enclavado en las faldas de las Sierras Exteriores (comúnmente denominado Prepirineo), las cuales nos anuncian el cambio de terreno y clima ya hacia el abrupto norte. Amigo viajero, es probable que a simple vista no se percate de su presencia, pues el castillo se entroniza sobre un peñasco gigante pasando desapercibido a ojos no avezados, pues tal era la idea de los magistri que lo construyeron.

Mucho nevó en el Año de Nuestro Señor de 2011...tanto que casi ni se perfilaba la fortaleza.














Hilando más fino deberá encontrarse en la Provincia de Huesca y en concreto en la  Comarca Hoya de Huesca o la Plana de Uesca tal y como decimos por estos lares. Recorra con calma el camino (para su merced la A-132) que se dirige hacia la magna ciudad de Pompaelo o Pamplona. a no mucho tardar el camino se bifurca a la altura de Esquedas y debe escoger esta nueva senda ( de nuevo para su merced la A-1206) y estese ojo avizor  a su diestra, pues ahí se sienta el castillo, atento vigía de la llanura a sus pies. Detenga su cabalgadura y permítase unos instantes de atónita contemplación de la señera fortaleza. No fuerce mucho el ojo pues es seguro que no me verá sobre la torre, ya que paso el día entre amarillentos pergaminos en el scriptorium.

Plano realizado, sin duda a mano, que le ayudará en su periplo.

A su diestra se entroniza el castillo, vigía atento de la llanura a sus pies.


Ahora viene lo peor del camino, cuando arribe a la villa de Loarre tuerza a su derecha y comience con calma la ascensión hacia la montaña y el castillo, y suba y suba hasta que la fortaleza les quede en el costal diestro de la montura y terminen por rebasarla. Muchas damas y caballeros me expresan su asombro al contemplar la fachada norte, ya que es algo que no se ve todos los días y contrasta con viveza con la cara sur, tan distinta y tan solemne a la vez. Algún día les contaré el porqué el magister lo erigió así, les aseguro que es algo planeado y no fruto de la hidromiel, pero eso es otra historia. . .


Tras vueltas y vueltas podrán dejar sin miedo la cabalgadura en el apeadero y vislumbrar el perfil insinuante de las torres tras los verdes pinos.  No hay que mostrar temor ante la construcción con la que se toparán a su siniestra tras andar unas varas por el camino de acceso, pues me consta que es una fonda de las que llaman modernas, que dispone de viandas y diversos elementos que harán las delicias de los caballeros, damas e infanzones, y sí disponen de espadas de madera para los más atrevidos. . .
Merece la pena detenerse unos instantes, sobre todo tras la ardua cabalgada, y contemplen las vistas con ojos bien abiertos, y con suerte puedan ver, en lontananza, el pico de lo que llamamos el Moncayo cerca de Saraqusta, vuestra Zaragoza.


La vista bien merece un ¡Oh! de asombro, pero es cierto que algunos días la niebla ( y todos los seres míticos que habitan en ella) nos invade impidiendo ver más allá de la muralla. Las noches son heladoras y ensombrecen el espíritu pero algunos días son claros dejando la niebla a nuestros pies. Esto me recuerda que cierto director de cine usó esto para colocar nuestro castillo en tierras francas...pero también es otra historia.

Poco me queda por escribir antes de que sus mercedes me tachen de cascarrabias, únicamente que tardan en enjaezar a los bayos y disponerse para el viaje. Loarre les espera y yo también, siempre que mi edad ( y la conexión a internet) me lo permitan. Y poco a poco iremos descubriendo secretos, desgranando curiosidades y rasgándonos las vestiduras ante algún que otro desagravio.


Un buen amigo, que a seguro es brujo, posee la capacidad de volar y ver cosas que  los demás somos incapaces...el sinuoso camino de llegada, el apeadero para sus monturas y lo que se denomina Centro de Visitantes se muestran en esta extraña pintura.


Y esto me recuerda que he de azuzar el fuego, para que encuentren caliente el hipocrás a su llegada. He dicho.


viernes, 27 de noviembre de 2015

A modo de presentación...

A todos aquellos viajeros cuyas sendas les han conducido al Castillo de Loarre quizás se hayan topado con mi inscripción. Sí , es mía puesto que porta mi nombre y se encuentra grabada en la piedra eterna. Pero no en cualquier piedra , sino en un sillar del portón principal situado a vuestra mano diestra. En la tercera línea , si son duchos en la lengua latina , se puede atisbar mi nombre y unas palabras después se os invita a rezar por mí, pues tiempo ha que ya dejé este terreno mundo y habito en otro más inmaterial.

Aunque hace muchos inviernos que mi época se volatilizó es menester que sea sincero con vuesas mercedes , pues es seguro que se preguntan quién fue el que maneja esta pluma entintada . . . Sin embargo pocos posos  han quedado en la historia de mi merced o poco tengo que contar tras este luengo milenio. Lo único que pueden hacer es rezar un padrenuestro por mi alma y dejar volar la imaginación elucubrando sobre Tulgas y su persona. ¿Fue un canónigo?, ¿o quizás un poderoso señor de sangre azul? ,  o por la veleidad del mundo un maestro de obras , quizás , que se tornó inmortal en los eones con su nombre esculpido en la entrada...

...a la diestra en el portón principal...

 Página del manuscrito compilado por Gaspar Galcerán de Pinós y Castro en el s. XVII y dedicada a la portada monumental del Castillo de Loarre. Detalle de la inscripción y traducción.
Biblioteca Nacional, ms. 3610, folio 197r

Yo les propongo otro juego , no de azar o estrategia , sino de voluntad y destino. Cuando recorran los pétreos muros de la eterna fortaleza se vuelvan un Tulgas más , vean con mis (sus) ojos las estancias , vivan con mis (sus) sentidos las sensaciones de las gentes de otras épocas y sientan lo que nosotros (ustedes) sentíamos en nuestro tiempo. La Historia es la historia de la humanidad y cuando caminen por el castillo pierdan su "yo" de estos tiempos por mor de vivir en otra época con su "yo" medieval. Y si no lo consiguen, que su "yo" del ahora cierre los ojos , pose la mano sobre un sillar e inspire profundamente . . . y es posible que cuando abran los ojos de nuevo puedan ser mudos testigos del vaivén de recios soldados , de damas con vestidos bordados de vivos colores , labriegos acarreando gavillas de trigo y cebada y con suerte , contemplar al Señor del Castillo y Rey , un Sancho o un Ramiro , asomándose por el cadalso de la torre mientras sopla el viento del norte . . .


Espero que lean con avidez este ajado pergamino y disfruten de las palabras en él escritas . . . Y ya de paso no tengan miedo en mancharse los dedos con negra tinta y añadan sus propias palabras ,  y pasen sin miedo las hojas , pues no he envenenado sus esquinas a pesar de las palabras y consejo del venerable Jorge de Burgos . . .


Bienvenidos, pues, a vuestro castillo . . .